Reminiscencias fellinianas (Giulietta Masina, La dolce vita, Cabiria, etc.), por un lado, y magnífica recreación en clave retro de los locos y/o violentos años 20, por el otro, inunda este viaje a través del tiempo en el que el coche devendría suerte de maquína de H. G. Wells, y sus faros luminosos, conectores del presente al pasado.
Por
José Antonio Bielsa Arbiol , Hace más de un mes