No Dante y Virgilio en el Infierno observando fuera de campo a los condenados, sino Romeo y Julieta antes del sacrificio expiatorio.
La pura abstracción a la que queda sometido el motivo, la miguelangelesca volumetría de la afortunada espalda, su fortaleza congénita, remiten al concepto de pasión entendido como ideal clásico de belleza.
Por
José Antonio Bielsa Arbiol , Hace más de un mes