Hace mucho, mucho tiempo, tuve que elegir entre ser arquitecto o fotografo. Era la época del Photocentro y de la movida madrileña, de las exposiciones y de la publicación en aquella revista Nueva Lente, sueño de todos los fotografos "artísticos", con perdón.
Hace algún tiempo, decidí volver a la fotografía y a esa libertad individual que implica. Me gusta la publicidad, el reportaje, los audiovisuales y el blanco y negro.