Simpatia y belleza, ambas cosas muy bien llevadas y con una profesionalidad tremenda, en solo tres cuartos de hora de una sesión rápida logro transmitir muy de sobra todo lo que queríamos. No dudaría en volver a contratarla :D
Sonries a la cámara, porque la cámara te sonrie a ti, y al fin y al cabo, es un juego donde demuestras que tu belleza es incalculable, demasiado grande.